Señor Santo, venimos ante tí para poner nuestra causa en tu mano, muchos se levantan para buscar desanimarnos porque también ellos perdieron el ánimo y no supieron cómo recuperarlo.
Te rogamos que te muestres a ellos, como un día lo hiciste a nosotros y les permitas hallar la paz que proviene de un corazón sano que depende de tí.
Hemos prestado oído a sus comentarios malintencionados y en ocasiones hemos perdido nuestra paz por su causa, pero hoy recobramos el ánimo y te damos gracias porque sabemos que nuestro propósito será cumplido pese a todo ello.
Bendecimos la vida de quienes vienen a nosotros para ofrecer sus críticas en pro de nuestro progreso, buscando nuestro bienestar.
Te agradecemos por aquellos que nos infunden ánimo y celebran con nosotros el hecho de que tengamos la valentía de emprender. Asimismo por nuestras familias que aunque imperfectas, creen en nosotros y buscan nuestro bienestar.
Gracias por los tropiezos porque son experiencias que nos permiten evaluar lo que estamos haciendo errado y al corregirlos, tomamos de nuevo el rumbo correcto.
Deseamos cumplir la tarea que nos ha sido encomendada, deseamos ser recordados por nuestra determinación de alcanzar la meta y no por habernos rendido sin siquiera haberlo intentado.
Ayúdanos a ser entendidos para no guardar en nuestro corazón las palabras duras que nos dicen las personas que están llenas de envidia, odio o resentimiento, porque pueden detenernos sin razón.
Renueva nuestras fuerzas como las del búfalo y danos la sabiduría para mejorar cada día más.
Queremos llegar a nuestra meta y verte sonreir a causa de nuestro éxito. Tu eres quien nos lleva de victoria en victoria.